Sólo
necesito la luz nocturna del cielo
mis
lágrimas fermentadas
y las notas
de fondo de un dolor fino e intenso
para tomar
un baño que renueve pensamientos,
con un
estropajo de metal
sacudiré al corazón
sacudiré al corazón
que se
estancó en el tiempo,
le sacaré
la sangre con coágulos,
lo enjuagaré con lágrimas frescas
y lo frotaré
con nuevos estremecimientos,
hasta que
duela otra vez,
para usar las
ansias de almohada
y llegar a un
sueño lastimoso y perfecto.