sábado, 28 de abril de 2012

Minicuento: solo para vivir

Se sentaba sobre un árbol
desde ahí observaba los días
de tanto ver pasar el tiempo
cada día aprendía
sobre el arte de vivir
veía la luna y el sol
el bullicio
la alegría
la prisa
la tensión

Su papel iba preparando
para un día bajar y actuar
alguno de los roles
que tanto gustaba repasar
como solo se vive una vez
antes de salir
había que perfeccionar

Un día se sintió listo
bajó y quiso vivir
pero ya no tuvo fuerzas
la espalda ya no era joven
ni la piel
construyó la vida en su imaginación
y cuando la quiso sentir
ya no era el tiempo
solo tuvo energía para dormir

domingo, 15 de abril de 2012

Continuación del cuento: La traición, parte 2

Está bien, está bien, aquí va la segunda parte, ojalá guste.

Por noches
el esposo se mantuvo en casa
dando vueltas en su cabeza
imágenes que creó
de perjurio y horror.

Llegó el rudo invierno
la locura se le agudizó
de algo estaba seguro
no soportaría más la traición
y menos una separación.

No quería verla a ella sonriendo
con un amante que no fuera él
ni quería ver las caras de su pandilla
sintiendo por él compasión.

En tanta noche por tugurios extraviado
antes de descubrir
la que creyó una tormentosa relación
de su esposa con su amigo
en la calle o en su computadora
veía amanecer
mientras tanto la esposa
lo esperaba despierta
aun sin querer.

La esposa con artimañas
consiguió una droga
con la que dormía como bebé.

Algunos días de su trabajo se ausentó
por el fuerte efecto
del somnífero
con el que caía en sopor.

Pero en los últimos días
que el esposo en su casa se mantenía
dejó de tomar la droga
y en un cajón, sin querer
al alcance del esposo
la dejó.

Por unos días creyó acercarse un remanso de paz
solo de paz, porque de amor ya no.

Regresando la historia
a los días de invierno
el esposo desesperado
en la noche más fría
una trama trazó.
inesperadamente un té a su esposa ofreció
ella feliz por el detalle
gustosa lo tomó
pero el somnífero estaba disuelto
y ella no lo notó.

Cuando dormía profundamente
su esposo
con un calentador de tanque de gas
a su pequeña recámara entró
aseguró la puerta
y luego en la sala
con su computadora se encerró.

Dejó que llegara la madrugada
y de nuevo a la recamara ingresó
su esposa ya estaba muerta
intoxicada sin oxígeno
tendida en su cama
con un rostro sin expresión.

Temblando llamó a la policía y a sus suegros
que llegaron tendidos de dolor
su única hija
muerta por accidente
debido a que su esposo por trabajar hasta muy noche
de su consumo de somníferos
y del calentador en encierro
no se percató.
--Se lo dije mil veces
¡el calentador en la recámara no!
probablemente iría a sacarlo
pero el sueño la venció.

Asesinato perfecto
fin del tormento de ambos
inicio de la obsesión
viviría releyendo los mensajes del amigo
que al escuchar la noticia
en un suicidio pensó.

Le resta vivir con el pecado recurrente
sin retorno y sin perdón
también sin arrepentimiento
--Mejor muerta que vergüenza y rencor.

fin

Cuento: La traición. Parte 1

Eaaaa, ahora escribí algo más largo. Estoy incursionando en un nuevo género.  Como está larguillo, lo publicaré en dos partes. Aquí va la primera, ojalá guste.

Se conocieron una tarde
se enamoraron esa noche
se extrañaron al separarse
se casaron un amanecer

Él veintiuno
ella dieciocho
todo alegría
todo placer.

Pasaron dos años
ella su mejor novia
él su mejor amigo
siempre fieles
gran unión
hasta un día.

Él no supo decir que no
su vieja pandilla lo llevó a lo nuevo
rubias mujeres
de países lejanos
de piel de durazno
y ojos de tentación.

Fue una noche
luego otra
una sí y otra no.

Primero fueron mujeres reales
luego redes de ficción.
Con una relación tan estrecha
no era difícil
descrubrir las mentiras.

. ¿Qué te hice
para merecer tal traición?.
--No hay traición
yo te quiero
no he hecho nada.
Cada vez
contando él más mentiras
para ella todo era aparente
muchas dudas
pura suposición
y ciertamente más depresión.

Hasta que ella encontró la cura
a ese infierno
un viejo amigo de nuevo descubrió
a quién contar
sus historias de sumisión.
Mantuvo esta amistad en silencio
tanto le ayudaba
a aliviar su tensión.
Su amigo la seguía
aunque nunca en persona
siempre ofreciendo comprensión.

Se escribían mensajes
telefoneaban en secreto
hasta que la amistad
por un teléfono olvidado en un rincón
por descuido de ella
el esposo descubrió.

El mensaje que leyó
revelaba una próxima separación.
el  amigo la convencía
de buscar una nueva vida
ella merecía algo mejor.

Al leer el mensaje
el esposo se devastó
lo interpretó como adulterio
pero nada dijo a su esposa
en su corazón lo guardó.

Ya las mujeres no le importaron
lo único que daba vuelta a su razón
era su esposa y su amigo
--una verdadera traición
no como sus aventuras nocturnas
inocentes y casuales
masculina diversión.

fin parte 1

martes, 10 de abril de 2012

¿Pereza?

Mientras el hambre entierre las ideas
y las deje en el limbo
por no tener siquiera tierra para engendrarse
porque no se han sembrado palabras
no podrás decir que es pereza
la causa de que exista
este servilismo ridículo
desapego a la belleza
encharcado entre pobreza
sumisión y tratos fatuos

No es alivio
más bien tristeza
pero el infierno espera
a los que no se creen culpables
de que exista esta vileza