miércoles, 29 de enero de 2014

Negro oscuro

gulp, hasta yo me asusté con esto...

Y yo que pensé que conocía el dolor,
qué ingenua,
es una mancha oscura,
una lapa
que no deja vivir
envenena,
se desplaza, cunde,
cubre cada órgano sin dejarlo funcionar,
esconde las sonrisas,
las abrasa,
ahorca y luego se sale,
juega con la almohada,
deja el peligro de amanecer ahogada en lágrimas,
se ríe,
y cuando crees que se olvida un momento,
vuelve a penetrar por la piel,
sin tregua.

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