Cada día te
veo con distintos ojos,
no me
faltan, tengo cientos.
Muchos días
te vi con telescopio,
bajado del cielo,
bajado del cielo,
siempre de
un planeta nuevo.
También se han vestido los ojos de pálidas estrellas
y te han visto a
través de prismas,
sin verte a ti.
Otro día me
estaciono en el marasmo inútil
de un
destino que cuestiona sin piedad
y quedo
ciega.
Pero un día
vuelvo y te veo así, como eres,
sin adornos,
así como
sólo eres tú,
y me gustas,
tanto,
que de
nuevo veo sólo mariposas,
y campos de
tulipanes naranjas
y te
quieren los ojos, todos,
y te quiero
yo, sin más, solo a ti.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario