Renegando en viernes, publico esto rápido para empezar a trabajar, mucho por hacer
Su mente era tierra virgen;
el sol en su cabello no tenía mayor significado
que ver reflejados los rayos
sobre las gotas de la lluvia mojando sus manos.
No cuestionaba por qué la marea estaba alta
o si era tiempo de huracanes:
sólo sabía que mar adentro había peces.
No sentía la necesidad de preguntarse para qué vivir.
Alguna vez se dio cuenta de las fases de la luna.
Vivía dentro de un paisaje que a muchos hubiera inspirado
pero para una mente simple
no expuesta a más realidad que la que la rodea cada día
significaba lo mismo sentir el talco suave bajo sus pies mojados
que observar los pájaros atrapando a sus presas en el infinito del mar
era lo mismo ver luz que oscuridad
aunque sentía alegría después de comer y angustia con el hambre.
No sabía que las escuelas existían
vivía con sus ocho hermanos en un jacal.
Si de esta niña se escribiera una historia
un relato sería que un buen día
rayos translúcidos con escarcha suspendida
bañaban el verde intenso de las plantas de hojas enormes
entre éstas una luz brillante se le reveló
partió presurosa
luego de escoger por cuál vereda correr
descubrió el pueblo cercano
y la familia que vivía en la hacienda la llevó a vivir a su casa
la trataban como a una hija
se inscribió en la escuela pintada de verde
luego estudió medicina
regresó con su familia y la ayudó.
Pero esa no es la realidad
bueno, en parte sí:
sí se fue un día a la ciudad
pero porque una familia de papá, mamá y dos hijos pequeños
que llegó a acampar, la vio.
La hija menor se le acercó para ofrecerle una suculenta hamburguesa
que acababa de asar su papá
no le entendió pero sí se la aceptó.
Al conocer algo tan distinto
de tan exquisito olor
sintió curiosidad
probablemente por eso accedió cuando la señora la invitó
a que la siguiera.
La llevaron de sirvienta
y nunca volvió:
no hubiera sabido cómo.
Cambió el azul del mar
por los cuadros multicolores de la televisión.
Lo que observó del mundo y de la vida
fue a través de las telenovelas
algo de su lenguaje podía comprender.
Su pensamiento siguió virgen.
Siempre fue fiel
sin queja ni opinión.
Pasados unos años
el señor de la casa se quedó sin trabajo.
Ella no sintió miedo ni nada
el día en que la familia la echó
y se vio sola
ante el concreto gris de la ciudad.
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