martes, 24 de mayo de 2011

MiniCuento: Azul

Aquí va "azul", dejen por favor comentarios, para saber si está bobo, o qué, y qué se entiende del final.

El ejecutivo de ojos azules
construyó su mundo alrededor de sus corbatas
y de su brillante escritorio de madera exótica con acabado cristal
en el que en el momento que se notaba el rastro de sus huellas
una solícita asistente de traje sastre inglés
sacaba de nuevo lustre.

Papeles iban, papeles venían
sueldos promedio, proyecciones de sueldos
definiciones de puestos
contrataciones, despidos.
Muchas decisiones
importantes decisiones
tomaba el ejecutivo.
La productividad de la firma dependía
de los salarios que pagaba.

Llegó el día en que
el euro se valoraba bajo
al tiempo que un directivo, único hijo del dueño,
el jefe mayor, murió
así que el ejecutivo decidió que
el directivo sustituto se contratara de fuera
así lo recomendó, era una oportunidad
poderle ofrecer un sueldo aceptable a un europeo
a cambio de un hermoso acento
que a la firma prestigio daría.

El directivo contratado, de color tostado, barba cerrada
de olor fuerte varonil
mezcla de tabaco y perfume
de una onza que cuesta cuarenta salarios mínimos
-un mes de sueldo de alguno de los mozos de la firma-
un día soleado caluroso decidió
que el sueldo del ejecutivo que decidía los sueldos
el mismo ejecutivo que lo contrató
era pesado para la firma
hizo muchas cuentas y aunque la liquidación era considerable
a la larga representaba un ahorro
y su despido decidió.

Al dueño, todavía dolido por la muerte de su hijo
esto no importó.

Cuando el ejecutivo recibió la noticia
sudó frío
se le nubló la vista
se le cerró la garganta
sintió palpitar su corazón por todo el cuerpo
sus rodillas perdieron fuerza
el temblor de sus manos se apoderó.
No concebía dar la noticia a los amigos
a la familia
que aunque veía poco
porque su tiempo lo consumía
el trabajo, los compromisos, el golf
-no había mucho tiempo para tonterías,
después de todo su esposa aceptó el trato:
recibir lo necesario cada mes para vivir con lujo
a cambio de dejarlo en paz-
la veía poco pero él era el rey
la cabeza, el sostén.

Pero no era eso, dinero no faltaría.
Era la ofensa, el desprestigio,
la vergüenza.
Era inconcebible, era una pesadilla,
así no podría vivir,
definitivo, mejor morir.

Subió a su lujoso automóvil
no necesitó alcohol para sentir que el mundo daba vueltas
pisó el acelerador al fondo
sin temer esta vez raspar la piel de sus mocasines.
Manejó como poseído
y con cierto nivel de conciencia
el suficiente
contra el concreto de una construcción se estrelló
una tonelada de escombro sobre el automóvil cayó.

La carrocería casi desapareció.
Aunque casi desfallecido
Por vez primera en mucho tiempo
la lucidez lo acompañó.
En ese momento recordó que tenía tres hijos
dos pequeños gemelos, uno mayor
ahora se daba cuenta
no de ojos azules, sino marrón.

La vergüenza crecía
le oprimía más el corazón que el metal que lo desangraba.
No por su cobardía,
no por el legado de horror y lástima que heredaría,
por su despido.
Ojalá no se enteren
de lo que pasó.


Por un pequeño orificio entre polvo y humo
el azul del cielo penetró en sus ojos, se fusionó.
Sus ojos se irguieron,
alcanzaron a percibir el azul profundo.

En su último aliento,
con plena conciencia se dio cuenta,
por primera vez ,
que el cielo que no vería más
también era azul.

5 comentarios:

  1. Se entiende la historia, la frustración de una persona por lo que vive, el deseo de escapar de una situación que no se esperaba cuando se provocó. La traición aparece en todos niveles, en este caso es una cachetada con guante blanco, lo que la hace más íntima y desesperante de soportar. Muy buen cuento, me gusta mucho el uso de las metáforas y ejemplos, creo que un poco de rima puede ser un detalle simpático a mi parecer. Sin embargo, quién es uno para juzgar la imaginación del otro? Felicidades, sigo atento a más...

    ResponderBorrar
  2. Muchas gracias anónimo : ) gracias por leer el blog, estoy a la orden,
    aclaro que para mí el suicidio es un acto de cobardía, que le queda a un personaje tan superfluo como el ejecutivo, que hasta el momento de morir se percató de que el cielo era azul...mmmmmm qué manera de desperdiciar la vida

    ResponderBorrar
  3. Creo que el sentido del cuento es muy claro: el ejecutivo valora más su posición social y empresarial, más que a su familia y su propia vida. Buen cuento que, tristemente, refleja la realidad de muchos ejecutivos en el mundo. Saludos!

    ResponderBorrar
  4. Opino igual... Muchos saludos Arturo : )Norma Frida Roffe

    ResponderBorrar
  5. uy, este si me llego. sabes, la primera vez que te toca un recorte, si se siente bien feo... y eso que yo llevaba solo unos meses y esa chamba en particular no me gustaba tanto. me imagino lo dificil que puede ser para alguien que deja que su chamba lo defina como persona, y que lleva muchos anios dejando de ser un ser humano para ser un puesto de trabajo. ahora, creo que la decision de suicidio tiende a no ser tan rapida e intempestiva. usualmente es un proceso de depresion donde se van juntando varias cosas. el final me parece muy bueno. pero tal vez dedicaria un parrafo a como la angustia de dejar de ser algo que en realidad estaba muy hueco, lo llevo a la decision de terminar con su vida. solo comentario de mi punto de vista, pero creo que el cuento es muy bueno.

    ResponderBorrar