domingo, 12 de enero de 2014

Con ganas de dormir, versión 4

En la soledad de
un parque abandonado
que recorro tratando de explicar una existencia
que corre con el solo impulso que da estar viva,
buscando motivo en las injusticias,
escuchando los acordes de las hojas secas
que se sacuden sin rumbo
golpeándose ligeras contra las bancas rotas,
en grupos,
acompañadas de un viento gris que es todo menos transparente,
que transporta la vergüenza de la basura que se esparce
                                                                           en un espacio ocupado por lo que no importa
                                                                           por lo que se quedó sin lugar ni pertenencia,
                                                                           que juega en espirales sin preguntarse si molesta,
juego con el vacío de los días sin sentido,
que fastidian y se sumen,
en medio de una existencia tan larga,
tan estrepitosamente pesada
que busca si los sueños y la realidad tienen acuerdos,
y entran en tregua
sin perseguirse ni arrastrarse,
o condenarse mutuamente,
por sus ambiciones de felicidad no merecida,
por la angustia de cuestionar para qué es la vida,
si no satisface a nadie
al menos no a mí,

que te adoro, 
como nadie pudiera imaginar que alguien pudiera adorar a una persona,
con una intensidad que encandila al sol y a las estrellas,
y que no sirve de nada,
que sólo se traduce,
en ganas de dormir,
o de vagar,
o eso.

1 comentario:

  1. gulp, me estremecí de lo que escribí... ¿qué será "o eso"? jojojo
    se me hace que los que me leen están igual de orates que yo... ¿será?

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