Amor a la vida, versión 3

Permitir que el salario mínimo iguale lo que muchos gasten en diversión en un fin de semana hace que esto se haya echado a perder

Triste amanecer espera
a estas palabras sombrías
que pasivas observan las tinieblas
peores nubarrones se aproximan

Esta masacre
es peor que una guerra
porque en la guerra hay enemigos
y héroe es el noble que los vence
En esto todos somos víctimas
que yacemos en un campo de almas abatidas
rojo sangriento es el valle en el que escurre
la sinrazón del pueblo que la abriga

Nacidos fuimos todos de la misma tierra
todos somos de sus mismos frutos
bañados por el mismo viento
que ahora desgarra cuánto esté de frente

Los más ultrajados
de origen los más inocentes
se sumieron en lo inmundo
perdiendo sus signos humanos
volviéndose verdugos
que huelen la fragilidad
y se sacian con muerte

Otros se perdieron en la avaricia
en el poder y la riqueza
otros más en el odio y la pobreza

Y lo podrido pudre a su alrededor
y podarlo solo provoca que se propague
contagiando los campos de vileza

Este escombro de país viciado
es el castigo a un pueblo
que vive en pecado
por haber permitido
que la semilla de la desigualdad germinara
que la injusticia lo violara

No se alcanza a observar ni adelante
ni detrás de las montañas
ni la más diminuta intención del temeroso sol
de visitar esta nube enrarecida
y de vencer las praderas inertes

No hay respuesta al odio
mientras no se vuelva a empezar
todo de nuevo
y esta vez inicie bien
con almas puras
no perdidas
sin castas ni estigmas
ni apariencias
ni herencias de odio
seguirá la esperanza partida

Seguir sentado
rogando por un limpio amanecer
no repara el luto
ni las heridas

No es la suerte
lo que nos debe regir
Son los cambios profundos
es el amor a una justa vida