A él sí le sobró

Te hiciste viejo y ya nadie te quiso
Tienes las raíces tan largas y tanta savia corre por tu cuerpo
Pero ni así te quieren:
ni porque sepas la historia de esta tierra
o porque la conociste cuando todavía tenía árboles en vez de cemento
o aunque trabajaste toda la vida
desde niño
y no lograste juntar nada

Todo te lo gastaste
nada te sobró
primero por ayudar a tus padres
luego a tus hijos
y luego a los nietos
nada te queda

Con ese salario de miseria que te daba tu patrón
apenas te alcanzó para que vivieran los tuyos

Tanto que le trabajaste, y apenas él faltó
te echaron sus hijos
la lealtad no se reconoció
más que con un mes de sueldo
que no perdura

Y ahora que ya no tienes dientes
y necesitas de una sopa caliente
para aminorar el frío
no sabes si llegar a tu edad es premio
o es castigo

Nadie te recuerda
o sólo cuando algo necesitan
(muy poco porque cada día puedes hacer menos)

Trabajaste tanto y tan duro
pero eso fue antes, ya no
vive tus recuerdos

Descansa en tu agonía cuando te duelen los huesos
por el frío que no cesa
porque no tienes ni fuego ni café para calentarte
alentas el paso de los que caminan rápido
por eso no te quieren

Y cuando bien piensas
¿Cómo es que a mi patrón sí lo quisieron sus hijos
cuando él envejeció?
Ah sí, ahora lo sé, es que a él sí le sobró