Minicuento: Furia

Por favor, sus comentarios ¿está muy tonto?

Majestuoso pero triste
se agita el Grijalva
con sus aguas andando
antaño como monarca
y ahora con el rostro agachado
por la basura que flota en su caudal.

Da manotazos, y se queja
al tratar de escupir sin poder
botellas y oropeles
que  la historia no destruirá
que navegarán ahí por siempre
por toda la eternidad.

Fue demasiado
el desprecio por la tierra
por el agua, por la gente.

Pero inevitablemente
desde el centro de la tierra
el maestro vengador despertó
con la potencia infinita
de la furia acumulada.

Uno a uno
a los culpables visitó.

Tanto a los que tiraron botellas
como a los causantes de origen
los culpables de la ignorancia
apatía, odio,
ignominia, sumisión,
a todos degolló,
y sus cabezas al río echó,
con la sangre vuelta ácida,
la basura se consumió.

Al ver tanta cabeza flotando,
cubriendo kilómetros
la gente buena se horrorizó,
pero también se alegró.

Finalmente las cabezas
son orgánicas.
Con el tiempo la sangre y los cerebros
desaparecerán,
y el agua cristalina
resplandecerá.